Puntualmente se abrieron las puertas. Se daban las
indicaciones desde el altar mayor y tras la Cruz de Guía salieron los hermanos
de la Salle –tan vinculados con la cofradía- así como representaciones
lasalianas de la provincia y de Cádiz como el caso de la Borriquita de Puerto
Real o Afligidos de Cádiz. También las del barrio de Santa María y el Pópulo
así como destacaba por la increíble joya que se trataba el guion de la
sevillana hermandad de la Macarena, bastante más grande que el resto así como
con una profusión de bordados que llamaba la atención a todos los asistentes.
Primeros compases y se venía abajo al barrio viendo
andar al misterio, que presentó una disposición distinta al acostumbrado tal y
como salió en los años 60. Entre aplausos llegó a la Plaza de las Canastas
donde literalmente “no se cabía”. Se detuvo y con una fuerte levantá se inició
de nuevo la marcha a los sones del estreno musical de la jornada, la marcha “Tu
Sentencia” muy al estilo de la cofradía y en consonancia al binomio de la
cuadrilla y la banda.

Calles más recogidas como Cristóbal Colón o Cobos
dieron paso a la amplitud de la Catedral y el Campo del Sur. Aparecieron una
leves gotas cuando el cortejo se adentró hacía el Pópulo, lo que obligó a la
hermandad a seguir por el Campo del Sur hasta la calle San Juan de Dios, para volver
a su templo por el clásico recorrido de Jesús de la Sentencia, Plaza de las
Canastas y Merced arriba.
Con el recorte del itinerario todos los congregados
en el Pópulo se fueron al barrio de Santa María desde San Juan de Dios hasta la
puerta de la iglesia pero donde nuevamente no cabía un alma era en la Plaza de
las Canastas donde a buen seguro iba a ser el punto clave para el lucimiento.
Pero la lluvia nuevamente lo evito. Con el paso detenido a escasos metros de la
plaza comenzaron a caer unas leves gotas lo que provoco la tensión y las
apreturas y el paso de misterio avanzaba por la angosta calle de la Merced a
paso de agua con muchísima gente en su delantera debido a que la hermandad pidió
que los que estaban apostados en los laterales se quitaran debido a la gran
velocidad que traía la cuadrilla. No hubo lucimiento y al llegar a la plaza de
la Merced se enfrentó rápidamente con la puerta de la iglesia y se llevó a cabo
la maniobra, delicada pero subsanada como si nada pasara.
Como siempre ocurre en estas cosas. Fue entrar el
Cristo – con dos horas de adelanto – y no volver a caer una gota. La banda,
encajonada en la calle Merced entonó el Himno Nacional y después regaló a los asistentes
la interpretación nuevamente de la marcha “Tu Sentencia”, el estreno de la
jornada.
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