Jerez vivió en la jornada de ayer una de esas
jornadas intensamente cofrades y que a buen seguro, los hermanos de la cofradía
del Perdón recordarán por muchos años. Ayer, y tras una semana fuera de su
sede, la imagen de Pinto Berraquero regreso desde Santa Ana hasta su Ermita de
Guía, concluyendo así lo más destacado de sus actos por L Aniversario
fundacional de la corporación.
La comitiva se formó en Santa Ana y cuando apenas
quedaban unos diez minutos para la salida, la Banda de Cornetas y Tambores de
Nuestra Señora del Sol llegó en pasacalles hasta las puertas de la parroquia.
Era la primera vez que el Cristo sería acompañado con música.
Puntualmente a las 18h se abrieron las puertas del
templo y a los sones de Requiem
salieron los hermanos que portaban la Cruz de Guía así como tramos de luz.
Sonaba en el interior la voz de Manuel Tristán, el capataz.
El paso se levantó en el interior y comenzó a
dirigirse hacia la puerta de salida. Cuando salieron los dos candelabros de
guardabrisas delanteros (cedidos por la hermandad de la Candelaria) con el crucificado enterrado en el monte de flores, el corneta
anunció a la banda, con el toque característico, la interpretación de la Marcha Real y sin sucesión de continuidad de la marcha Cristo del Perdón. 50 años han pasado
para que se repitiese la historia.
Sonaba ahora una de las marchas que en los últimos
años más puede interpretar la banda del Sol, fuera de las más clásicas: Bendición mientras el paso se mecía
suavemente al compás de sus costaleros. En esta ocasión el exorno floral fue de
claveles color rojo el monte mientras que por los laterales se colocaron una hilera
de iris color morado. Estas dos flores son las que ha llevado el paso del
Cristo del Perdón a lo largo de su historia, dependiendo del año y del
presupuesto iba con una flor u otra.
Durante el itinerario, siempre el Crucificado
siempre ha ido muy acompañado de público y parándose en sitios claves en su
historia como pudiesen ser la Victoria, San Dionisio y Catedral, donde el
Crucificado entro para rezar unas preces. Fueron cuatro las hermandades que
recibieron en las puertas de sus respectivos templos como la Soledad, la
Estrella, Mayor Dolor, Resucitado y la Viga.
Se vivió un momento emotivo en la iglesia de
Santiago, mientras que el paso se paró, se pidió por la pronta reapertura de
este templo. Sonó otras de las clásicas de cornetas y tambores, Cristo del Amor.
Se pasaron apreturas en Torneria donde motivado por
el gran número de espectadores así como la estrechez de la calle enlenteció el
paso de la cofradía, que intento recuperar antes de llegar a la Catedral.
Más de cinco horas de procesión que finalizaron a
cercana a la medianoche cuando el Cristo del Perdón entró en su capilla de la
Ermita de Guía donde le esperaba su Madre del Perpetuo Socorro y desde donde,
Dios Mediante, volverán a salir el próximo Domingo de Ramos.
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